domingo, 7 de septiembre de 2014

"Poema de Gustavo Adolfo Bécquer"

Su mano entre mis manos, 
sus ojos en mis ojos, 
la amorosa cabeza 
apoyada en mi hombro. 
¡Dios sabe cuántas veces, 
con paso perezoso, 
hemos vagado juntos, 
bajo los altos olmos 
que de su casa prestan 
misterio y sombra al pórtico! 
Y ayer... un año apenas, 
pasado como un soplo, 
con qué exquisita gracia, 
con qué admirable aplomo, 
me dijo al presentarnos 
un amigo oficioso: 
-Creo que en alguna parte 
he visto a usted. -¡Ah! bobos, 
que sois de los salones 
comadres de buen tono, 
y andáis por allí a caza 
de galantes embrollos: 
¡Qué historia habéis perdido! 
¡Qué manjar tan sabroso 
para ser devorado 
sotto voce en un corro, 
detrás del abanico 
de plumas y de oro! 


¡Discreta y casta luna, 
copudos y altos olmos, 
paredes de su casa, 
umbrales de su pórtico, 
callad, y que el secreto 
no salga de vosotros! 
Callad; que por mi parte 
lo he olvidado todo: 
y ella... ella... ¡no hay máscara 
semejante a su rostro!




(Uno de mis poemas favoritos,
XOXO,
Charlie)

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